Con el fin de ayudarte a encaminar tu carrera exitosamente y que no la arruines con un post en cualquiera de tus redes sociales, seremos brutalmente honestos contigo y reunimos los mandatorios necesarios para que conserves tu trabajo por un buen tiempo o consigas el que tienes en mente.
Las redes sociales no son tu diario
Empecemos por lo más sencillo, Facebook no es tu diario, Instagram no es tu terapia y twitter no es el mejor amigo que te tolera incluso cuando eres el más insoportable. El punto es que las redes sociales no son el lugar para publicar cada pensamiento que pasa por tu cabeza y al final se convierten en un guión digno de una película dramática nominada al Oscar.
Las redes sociales no están hechas para curar tu ansiedad ni hacerte la vida menos deprimente, tampoco todos tenemos que chutarnos tu desahogo cuando tu novio “el cantante” te dejo para perseguir sus sueños, y aunque sabemos que las redes sociales pueden parecer el foro perfecto para exponer tus temas, todo aquello que expreses y que pienses quedaría entre tu circulo de amigos podrían convertirse en un post embarazoso que podría hacerse viral.
El mensaje no es de censura, de ninguna manera te estamos pidiendo que no publiques más. El punto es: piensa antes de publicar. Comprende que un día puedes estar buscando un trabajo que realmente deseas y que un reclutador probablemente busque en Internet para asegurarse de que realmente eres apto para el puesto. Y claro, la mayoría de tus publicaciones pueden ser una broma o tal vez hiciste ese reto estupido y crees que no tiene nada de malo, pero recuerda el reclutador es hábil para leer entre líneas y en eso que tu percibes como inocente, él podría interpretar irresponsabilidad, inmadurez, o falta de seriedad.
No escribas si estas muy triste o enojado
Nos guste o no, nuestras publicaciones, fotos, etc. a menudo se toman al pie de la letra sin ningún sentido de tono, tiempo ni lugar. Para los extraños y las personas que solo nos conocen superficialmente, somos quienes presentamos en nuestros perfiles. Y entonces, debemos preguntarnos, ¿qué tan bien mi perfil (Instagram, Facebook, Twitter) me representa? ¿Presenta una versión de mí mismo que quiero que la gente vea?
Aquí hay una buena regla, si tenías un diario cuando eras niño, búscalo y léelo. Probablemente esté lleno de líneas vergonzosas que nunca verán la luz del día. Son pensamientos que ni siquiera recuerdas tener, pero por alguna razón decidiste escribir en el momento porque te sentías enojado o triste.
Las redes sociales se han transformado de algún modo en un diario moderno. Se ha convertido en una herramienta utilizada para registrar cada uno de nuestros pensamientos pasajeros, ya sea motivados por el aburrimiento o la ira o el hambre, nos hemos convertido en valientes soldados del pensamiento, pero tú puedes ser más fuerte que tus impulsos.
Nadie te resolverá la vida en las redes: Da click, lee y sigue indicaciones.
Gracias al alcance que pueden llegar a tener las redes sociales, se han convertido en un excelente medio para publicitar la venta de un producto, la invitación a un evento o incluso la forma de encontrar empleo, pero eso no significa que recibirás un mensaje con la fecha de tu firma de contrato y que no deberás hacer nada más, por el contrario es regla de oro, dar click en las publicaciones para tener más información, leer con atención y seguir las instrucciones. Si no lees ni siquiera el post donde en efecto venia la información del producto o la vacante y te atreves a poner: “Más info” ,el reclutador puede leerlo como falta de apego a normas y reglas, carencia de iniciativa, y que simplemente no atiendes instrucciones, lo cual es básico.
Con estos tips en cuenta, ya estás preparado para publicar inteligentemente en tus redes y tomar ventaja de ellas para obtener el puesto que deseas o no acabar con tu carrera.